Segunda parte
El ajetreo de
los últimos días me distrajo del blog, tenía mucho en la cabeza… hoy 1 de mayo
de 2017 deseo contar la historia de este lapso de tiempo, desde julio de 2013 a
la fecha. Periplo y medio ha pasado, desde ganas de “sacarme las entrañas y
tragármelas”, como dijera Blanca, personaje de la novela También esto pasará.
Al querer
retomar el blog me metí a mi carpeta titulada Blog y ahí me encontré la segunda
parte de Doña Nacha que nunca llegué a publicar… espero lo disfruten y así les
iré contando un poco de lo pasado y sobre todo, dónde estamos ahora.
Les mando un
abrazo bien grande a todos, pues gracias a sus comentarios en privado, otros
poco desde el blog, me di cuenta que mi locura personal de la búsqueda de mis
raíces, era la de un colectivo, que compartíamos recuerdos en común, que los de
Tepic le tenemos un cariño especial a San Blas, a la lisa tatemada, los sopes
de ostión y camarón, a los ostiones que escurren agua de mar desde sus cubetas
recién arrebatados de las rocas de Aticama, otros más me iban ilustrado sobre
los demás municipios. Sin sus comentarios para animarme, no sé si hubiera
seguido con tanta terquedad. Juntos hemos hecho un montón por nuestro estado.
Al menos eso creo.
Los dejo con mi
último relato de esos días.
Julio 2013
Secretos a voces
Son las 7 de la
mañana, Roberto y yo, salimos de casa de Marta para ir al mercado. La primer
parada es comprar mi fruto favorito: el coco. Me fascina que de ese tronco tan
delgado y alto puedan salir estas pelotas repletitas de agua y una carne de
sabor singular. ¡Cuánta agua puede salir de un coco! Cada vez que puedo ese es
mi ritual; antes que otra cosa, incluso café, tomo agua de coco y siento que el
resto de mi día será como el inicio, sencillamente maravilloso.
Seguimos camino
al puesto de la carnicería, luego al de verduras, preguntamos por el de camarón
y nos dicen que las camaroneras están en el filo.
-¿Qué
es el filo?
-
El bordo.
-
¿Dónde?- no tengo idea de qué me hablan.
-Al
lado del río, a una cuadra del mercado- me aclaran.
Es un lugar que
efectivamente, está al borde del río Santiago, donde bajo la sombra de sauces
llorones las señoras que se dedican a la venta de camarón, pescado y demás
productos del mar, colocan sus toldos. Ahí nos provisionamos de lo necesario,
pues además de la carne con chile, me ensañarán a elaborar el taxtihuil,
textihui o tixtihuil, son las tres diferentes formas en que lo he escuchado.
Luego nos
dirigimos hacia Sentispac, que está a 15 minutos de Santiago, con la promesa de
cocinar bajo la dirección de Doña Nacha. Por momentos temo que no se acuerde de
mí y nuestro acuerdo de cocinar. Al llegar me dice la señora que la cuida,
“¡Tiene toda la mañana diciendo que unos muchachos vendrán a cocinar!, los está
esperando”. ¡Qué emoción!, se acuerda de nuestro acuerdo. Inesperadamente, Roberto
y yo iniciamos lo que llamamos un matrimonio por conveniencia. Doña Nacha lo
voltea a ver con una mirada pícara e inquisidora y le dice:
-Qué se me hace que tu mujer no sabe cocinar, es una
huevona.
-Por eso se la
traje, para que la enseñe.- Respondió Roberto ágilmente.
Me quedo pasmada por un segundo, Doña Nacha voltea
conmigo y dice:
-Ándale vamos a la cocina porque tu marido tiene
hambre.
Así desde su
silla de ruedas me va guiando, primero se debe asar la carne, machacarla en
molcajete, mientras que los chiles y jitomates se asan, luego se licuan, para
finalmente mezclar la carne asada, machacada y dorada con un poco de manteca.
Roberto ahora sí queda engrido por la carne con chile de Doña Nacha. El ritmo
se transforma en relatos de la comida “ranchera, pero sabrosa”. La sencillez de
la que habla son frijolitos refritos, gordas de masa con manteca, gordas de
natas, carnita con chile, costillita en salsa, salsas de mesa, donde el chile
cola de rata y la técnica de asado tienen constancia.
Second part
The
hustle of those last days of journey kept me away from the blog, there was a
lot going on in my head… today, May first of 2017 I wish to tell the story of
this past times. From July 2013 up to now. It has been quite a periplus, such
as in times wishing to “pull away my very own guts and swallow them”, as Blanca would
say, the character of the novel, This
also shall pass (a Spanish novel, titled También esto pasará).
As
I was trying to start blogging again, I went to the file named Blog. There I
found the second part of my last publication of spending time with Doña Nacha
that I never got to published… I hope you enjoy it. I will tell little by
little what has happened, but mainly what we are doing now.
I
send a big hug to all of the readers, thanks to your comments in private and a
few on the blog, I realized that my personal madness in search of my roots, it
was the search of a whole community. That we shared memories in common, that the
people born in Tepic has a special feeling towards San Blas, to the smoked
mullet, oyster and shrimp sopes, to the oysters that drip ocean water from
their buckets as they have been freshly pull away from the Aticama rocks. Some other
readers would enlighten me with what was eaten in other municipalities. Without
your comments to sheer me up, I doubt I would have kept going with such
stubbornness. I believe that all together, we have done a lot on behalf of our
state. At least I believe so.
July
2013
A
well known secret
Is
7 am, Robert and I, get out of Marta´s house to go to the market. The first
stop is to buy my favorite fruit: coconut. It causes me to be in awe that from
such a thin and tall trunk, those spheres filled with water and flesh of such
singular taste are born. So much water can come out of a coconut! Every time I
can, my ritual is, before anything else, even coffee, I drink coconut water and
I feel that the rest of my day would be as the beginning, simply marvelous.
After
that we head to the butcher, then the veggie stand, to later ask where shrimp
is sold. We are told that they are sold at the “filo”.
-What is the
“filo” (edge in Spanish, used in a unusual way )?
-Well “el bordo”
(shore, in Spanish).
-What? where? (I
don´t have a clue of what they are saying)
-Just by the river,
one block away from the market- they say.
Surely enough is just by the river, by the banks of
river Santiago, where under the shadow of the weeping willows, women that sell
shrimp, fish and other fruits of the sea, have their stand. I buy all I need,
because besides making the “carne con chile” (meat in chili sauce), I will be
taught to prepare taxtihuil, textihuil or tixtihuil, these are the three ways
of naming it I have heard.
Under the promise to cook with Doña Nacha (the 103
year old lady), we now head to Sentispac, which is some good 15 minutes away
from Santiago. At times I fear that she might not remember me and our agreement
of cooking together. Upon our arrival, the lady that takes care of her tells
me: “She has been telling me all morning that some young people will come to
cook! She is waiting for you." I am so thrilled! She remembers me and our
agreement. Here is where Roberto and I, unexpectedly begin what we called: a
marriage of convenience.
Doña Nacha turns towards him, and with a mishievous and
inquisitive look, says:
-I have the
feeling that your wife can´t cook, she is a lazy one.
-That´s why I brought
her to you, so that you might teach her. Answered Roberto in a smart way.
I am quite in
shock for a split second. Doña Nacha looks at me and says:
-Let´s get to the
kitchen because your husband is hungry.